Así lo afirmó ante los medios de comunicación tras la inauguración del nuevo puente entre Valdebebas y la T4 de Barajas, donde apuntó que además los gestos simbólicos y las manifestaciones, “es momento de que nos empecemos a poner un poco manos a la obra”.

En este sentido, aludió a las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hablando de un pacto para abordar la inmigración y el asilo, pero Villacís remarcó que la situación que se está viviendo ahora mismo es que “realmente no se está asumiendo el control por ninguna parte”.

La vicealcaldesa señaló que los ayuntamientos ya están recibiendo a personas refugiadas y consideró que desde el Gobierno de España “no se está liderando nada” y alertó que “nos sobreviene una situación que va a ser muy difícil de asumir desde el punto de vista local por parte de todos los ayuntamientos”.

Villacís destacó que el Ayuntamiento de Madrid “es el más preparado de todos” y que, “sin lugar a dudas, el ayuntamiento que más deberes ha hecho en este sentido”, porque recordó que en los dos últimos años han creado 300 plazas más, pero incidió en que “no somos muy conscientes todavía de la dimensión del reto que estamos a punto de asumir”.

En este punto, señaló que los servicios que tiene a disposición el Gobierno de la España para la acogida de refugiados “están absolutamente colapsados y no están dando cita”, por lo que esa es la razón para que los refugiados estén quedándose “de media cinco meses en nuestros refugios, que son de urgencia, donde deberían estar 15 días”.

Por ello, reclamó al ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, que se siente con los ayuntamientos porque “es importantísimo que nos reunamos y que solucione ya la situación de colapso que tienen en la atención al refugio y al asilo”, porque si no “esta situación nos va a desbordar”.

Villacís incidió en que los refugiados que van a llegar “necesitarán una atención integral, no solo asistencia”, además de apoyo psicológico, porque “nos vamos a encontrar con muchos tipos de perfiles distintos, con niños que han perdido a sus padres, con padres que han perdido a sus hijos, con personas que vienen de tener una situación económica determinada y que ahora mismo no tienen nada o con personas que mantienen familiares allí que están gravemente amenazados”.