El Ibex-35 se creó el 14 de enero de 1992 en un año en el que se celebraron los Juegos Olímpicos en Barcelona, la Expo de Sevilla y se estrenó el AVE en España.

Se trata de un índice ponderado por capitalización que lo componen las 35 empresas más líquidas que cotizan en la bolsa española.

Sus funciones son reflejar el comportamiento del mercado bursátil español y servir de activo subyacente en la negociación, compensación y liquidación de contratos de opciones y futuros sobre él mismo.

A lo largo de sus tres décadas de andadura, su mínimo histórico lo registró en el año de su estreno, concretamente el 5 de octubre de 1992, en 1.873,58, mientras que su nivel máximo lo alcanzó el 8 de noviembre de 2007 al concluir la jornada en 15.945,70 puntos.

El ejercicio más alcista fue 1993, con una ganancia del 54,20%, seguido de 1996, cuando subió un 41,97%, mientras que los peores balances anuales fueron en 2008, con una caída del 39,43%, coincidiendo con el estallido de la crisis financiera, y 2002, cuando perdió el 28,11%, según los datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Más de 60 compañías diferentes han pasado por el Ibex-35, mientras que la familia de indicadores que gestiona BME supera ya los 80 índices.

La entrada o salida de empresas en el Ibex la determina el Comité Asesor Técnico, que entre sus funciones tiene asignada la de estudiar y aprobar, cuando lo estime oportuno y en un plazo nunca superior a seis meses, las redefiniciones de los índices, entre ellos, el Ibex.

La última entrada en el Ibex se produjo el pasado mes de diciembre y fue la de Rovi, en sustitución de Viscofan.

Por su parte, las empresas que mayor capitalización tienen en estos momentos en el Ibex son Inditex, Iberdrola, Santander, BBVA y Arcelormittal.

La representación sectorial ha variado notablemente a lo largo de las tres décadas de historia y la estructura actual es más diversificada, con la digitalización y las energías renovables como sectores que han ganado peso.