Las mismas fuentes explicaron que el viento obligó a operar en configuración sur, de manera que todos los aviones despegaron en dirección hacia el sur y no hacia el norte como lo hacen habitualmente, lo que obliga también a modificar los aterrizajes.

Según los responsables de Barajas, la configuración sur es más lenta que la norte, lo que ha ocasionado impotantes retrasos en todos los vuelos. Señalaron que el problema no ha sido de la intensidad del viento sino de la dirección.

Aseguraron que el viento no ha provocado la cancelación de ningún vuelo y que todos están saliendo y llegando al eropuerto, aunque con importantes retrasos. A la una y media de esta tarde, todavía había retrasos, ya que el viento no había cesado.

Los técnicos de Barajas explicaron que la configuración de las pistas se cambia cuando el viento supera los diez nudos o cuando tine determinadas direcciones que obligan a modificarla. Añadieron que eso sucede pocas veces y suele durar poco tiempo.

Manifestaron que no tienen previsiones meteorológicas de cuando pueden cambiar los vientos y volver a la configuración habitual, al tiempo que dijeron que "la situación es muy cambiante y puede que dentro de un momento empiecen a operar normal".

También afirmaron que la concentración de más gente de la habitual en las salas de espera por los retrasos, unido a la suciedad existent en el aeropuerto como consecuencia de la huelga que mantiene desde hace once días el personal de limpieza, no ha provocado conflictos en el aeropuerto.

"Hay un poco más de gente que lo habitual, pero, aunque con retraso, van saliendo sus vuelos. Los usuarios están esperando, pero entienden que es un problema atmosférico y que este tipo de cosas son inevitables", señalaron.