VICTORINO MARTIN DICE QUE LOS ASUNTOS TAURINOS DEBERIAN CORRESPONDER AL MINISTERIO DE CULTURA, NO A INTERIOR
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El ganadero Victorino Martín defendió, durante su intervención en el curso sobre la fiesta nacional que la Uniersidad Nacional de Educación a Distancia celebra en Avila, que los asuntos relacionados con el mundo taurino sean responsabilidad del Ministerio de Cultura, no de Interior, como ocurre actualmente.
En su opinión, el Reglamento Taurino que entró en vigor recientemente es "positivo". "Tiene buena intención, pero se ha sacado muy de prisa, a espaldas de los profesionales, y tiene errores de bulto que son solucionables", dijo.
Para el veterinario Tomás de la Cruz, que también intervino en el curso, ería conveniente adaptar el reglamento a una serie de factores que fallan en este momento, como los avisos, un tiempo perdido que la autoridad no debe contar de esa manera, y el régimen presidencialista que impera en las plazas de toros.
De la Cruz se mostró partidario de la desaparición de las figuras del empresario y el apoderado, misiones que a su juicio podrían cumplir perfectamente las corporaciones locales y las diputaciones.
DESUNION ENTRE LOS TOREROS
Por su parte, el matador de toros reirado Gregorio Sánchez habló durante su intervención de la desunión que existe entre las figuras del toreo y la unión de los subalternos.
Respecto a los primeros, el diestro resumió en una frase la actitud de los que ocupan los primeros puestos del escalafón taurino: "Los toreros son como las mujeres de la vida, van a lo suyo".
Desde el punto de vista de la crítica periodista, José Luis Carabias consideró de mucho mérito por parte del ministro del Interior, José Luis Corcuera, la publicación del uevo reglamento, aunque se haya hecho "de manera poco ortodoxa".
"Tiene lagunas y desde el punto de vista de los informadores resalta la ausencia de un resultado oficial de los espectáculos taurinos", indicó.
En cuanto a la bravura de los toros, Tomás de la Cruz señaló que "antaño el toro era más violento y hoy día se ha llegado a un toro más cómodo, muy noble, con poquita fuerza. Quizá haya sido el propio torero quien haya pedido que se fabricara ese toro y ahora están pagando las consecuencias,un asunto que había que corregir, porque el problema es falta de raza, que tardará años en recuperarse".
En opinión de Victorino Martín, "al toro de lídea se le ha quitado raza, se ha buscado un toro más cumplidor, quizás con más calidad, que fuera más veces al caballo y acudiera en más ocasiones a la muleta, pero esto en detrimento de la agresividad. Y en vez de ver el toro como un todo se ha producido una selección en una sola dirección, con unos resultados negativos que está pagando hoy día la fiesa".
(SERVIMEDIA)
01 Jul 1992
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