En declaraciones en el Congreso, Gómez de Celis declaró que los socialistas están “muy felices” por la aprobación de la reforma laboral y los derechos adquiridos por los trabajadores con ella, para seguidamente tratar de desmentir lo que catalogó como “las tres grandes mentiras” del PP ante la polémica del decisivo voto de Casero, que cree que “se irán demostrando poco a poco fehacientemente y además de manera irrefutable”.

En primer lugar, negó una vez más que se tratara de un error informático, como alegó inicialmente el PP, puesto que los diversos pasos en el voto telemático “quedan registrados” en el sistema, con doble comprobación incluido el último “ok” de verificación que debe pulsar el diputado. Después, en lo que sería la gran novedad de sus palabras de hoy, Gómez de Celis aseguró, atestiguando que él estuvo presente, que los populares “nunca jamás pidieron una reunión de la Mesa”.

El vicepresidente recalcó que tal reunión no sería obligatoria sino potestativa, y “nunca por el error de un voto”, porque “jamás se ha vuelto a repetir una votación por un error personal”. En este sentido, se preguntó: “¿Por qué una persona que está cómodamente en el sillón de su casa, votando con el tiempo de una hora por delante, tiene el derecho a repetir la votación, mientras que los que estamos presencialmente en el Congreso de los Diputados tenemos sólo 30 segundos y si nos equivocamos no hay manera de rectificar?”.

A pregunta posterior de los periodistas, explicó que, cuando dirigentes y portavoces del PP se acercaron a la Mesa del Congreso antes de la votación presencial de los diputados que estaban en el Hemiciclo, no fue para pedir esa reunión de la Mesa sino para que se permitiera entrar a Casero “cuando llegara para que pudiese rectificar con su voto presencial el voto telemático”.

REGLAMENTO CLARO

“Dijimos que no, y yo personalmente también le dije que no iba a entrar en el Congreso de los Diputados, porque el Reglamento en esto sí es muy claro: cuando empieza la votación no puede entrar en el Congreso nadie. Y por tanto ahí se quedó la conversación y comenzamos la votación”, zanjó.

Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, respondió en Twitter a estas aseveraciones de Gómez de Celis preguntándole si no escuchó a la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, negarle la palabra alegando que “la Mesa es conocedora” de los hechos “y ha podido analizar lo que usted me va a plantear”. “¡Ni en la mentira os ponéis de acuerdo!”, denunció la dirigente del PP.

La “tercera gran mentira” del PP sería, según Gómez de Celis, que desconociera que los dos diputados “tránsfugas” de Navarra Suma fueran a votar por sorpresa en contra de la convalidación del decreto, lo cual habrá significado su derogación si no hubiera sido por el error de Casero. “De ahí sus caras gélidas, destempladas”, coligió el vicepresidente, quien aseguró que preguntó a los líderes el Grupo Popular “qué más les daba, si era un solo voto” el de Casero, cuyo error habría sido insignificante si los dos diputados de Navarra Suma hubieran votado a favor, como anunciaron. En esta línea, señaló que al PP no le preocuparon el resto de votos fallidos de su diputado.

El vicepresidente se declaró convencido del “buen hacer” de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y de que nunca se han repetido votaciones en la Cámara ni, desde la irrupción del coronavirus, se ha llamado por teléfono a los diputados que votaran telemáticamente para verificar el sentido de su voto. Es más, puso como ejemplo que el presidente del PP, Pablo Casado; su secretario general, Teodoro García Egea, y su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, han hecho varias veces uso de esta posibilidad y no se les ha llamado para verificar nada.

Así, Gómez de Celis atribuyó las iniciativas parlamentarias y quejas públicas del Grupo Popular sobre el voto de Casero a la típica actitud del “niño perdido, el niño enrabietado”, y a un intento de “agarrarse a un clavo ardiendo”, porque “el Partido Popular se marcó un gol en propia meta y un gol en propia meta es gol”.