El Salvador
El vicepresidente de El Salvador defiende que se hace “un uso proporcional de la fuerza" en la guerra contra las maras
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El vicepresidente de la República de El Salvador, Félix Ulloa hijo, negó este lunes en el Fórum Europa que la reducción de la cifra de homicidios se deba a un acuerdo secreto entre el presidente Nayib Bukele y las maras o pandillas criminales que operan en el país.
Así lo subrayó durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que fue presentado por la Secretaria General de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, Gina Magnolia Riaño Barón. Félix Ulloa hijo defendió la estrategia desplegada por el Gobierno de Bukele, y señaló que “cuando tomamos el gobierno en el 2019, la tasa de homicidios era de dos dígitos diarios, y había que enfrentar el fenómeno de raíz”.
El vicepresidente salvadoreño consideró que “ningún gobierno en los 30 años precedentes desde la firma de los Acuerdos de Paz, cuando terminó la guerra civil en 1992, había hecho un esfuerzo serio por combatir este flagelo”, sino que “la tolerancia, la complicidad en algunos casos, había hecho que estos grupos no sólo crecieran, se expandieran y se fortalecieran, sino que llegaran a disputarle al Estado su soberanía”.
CONTROL TERRITORIAL
Según afirmó, “tenían controlado más de un 30% del territorio nacional, había localidades, comunidades, barrios enteros donde no se podía entrar sin la autorización del jefe de la pandilla y esto lo sabían los políticos de los dos partidos que administraron el período de la posguerra desde el 92 hasta 2019”.
En la misma línea acusó al partido Arena (Alianza Republicana Nacionalista), que gobernó durante 20 años y luego al FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) de llegar a “la convicción de que para poder realizar su trabajo político tenían que entrar en un tipo de arreglo con estos grupos criminales”.
“El nivel de complicidad, de acuerdos entre las pandillas y los políticos de estos dos partidos es el que nosotros encontramos y no podíamos seguir ni en esa lógica ni en ese tipo de prácticas si queríamos combatir de fondo el fenómeno”, sostuvo.
Ulloa aseguró que “la oportunidad que se encontró fue cuando estos grupos lanzaron una ofensiva a finales del mes de marzo de este año y asesinaron 80 personas en un fin de semana”, en un momento en el que el Gobierno “ya había logrado un empréstito de 109 millones de dólares del Banco Centroamericano de Integración Económica, que el Congreso anterior no había querido ratificar”.
NUEVAS FUERZAS DEL ORDEN
El vicepresidente salvadoreño apuntó que las condiciones materiales y laborales de las fuerzas del orden eran pésimas “y además la población nunca confiaba en las fuerzas policiales”. Una vez el Gobierno logró la mayoría con las nuevas Asamblea Legislativa se aprobó este préstamo de los 109 millones de dólares “para poder equipar a la policía adecuadamente y a las fuerzas del orden”.
Y el citado “fin de semana sangriento, cuando lanzaron esa ofensiva y asesinaron 80 personas en un fin de semana, se convocó al Congreso a las 11 de la noche y a las 12 se había decretado el estado de emergencia”, recordó.
Para Ulloa, la guerra contra las pandillas “según el derecho internacional humanitario es la guerra justa, el derecho a la guerra que tiene un Estado para proteger a su población”, y añadió que “en más de siete meses que lleva el Estado de excepción no llegan a 60 muertos los que ha habido”, por lo que defendió “el uso proporcional de la fuerza que ha hecho el Estado”.
Ahora “la población empezó a confiar en la fuerza del orden y es la que nos están dando la información, porque los grupos empezaron a moverse, empezaron a salir del país por la frontera, o sea, esconderse en las montañas”, aseguró.
(SERVIMEDIA)
07 Nov 2022
MGN/pai