EL VICARIO DE SAN SEBASTIAN ASEGURA QUE EL SECUESTRO DE JULIO IGLESIAS ZAMORA ES UNA MANERA DE TORTURA

SAN SEBASTIAN
SERVIMEDIA

El Vicario de la diócesis de San Sebastián, José Antonio Pagola, critica a ETA por el secuestro del directivo de Ikusi, Julio Iglesias Zamora, y le pide la liberación inmediata del secuestrado afirmando que, si no se produce, "ETA se habrá hundido todavía más en su propio desprestigo y decadencia moral y todos nos habremos alejado un poco más de la paz".

Estas afirmaciones las hace Pagola en un artículo dentro de un espacio que el vicario tiene cada domingo en el rotativo donostiarra "El Diario Vasco". Asegura que "intentar confundir a la opinión pública con `juegos de palabras' y equiparaciones con los miembros de ETA que están en prisión es buscar justificaciones a lo que no tiene justificación alguna".

Asimismo, el sacerdote se refiere a la excusa a la que siempre alude TA, que la lucha armada que llevan a cabo es para conseguir la liberación del pueblo vasco, diciendo que "recurrir al pueblo para justificar un hecho tan inhumano es sencillamente desprestigiar a ese pueblo y burlarse de su sentido humano".

En su artículo, Pagola descalifica a la organización terrorista destacando que "no tiene derecho alguno a utilizar la vida de Julio como un elemento más dentro de su estrategia. No puede arrogarse el poder de decidir a su arbitrio sobre la libertad y, mucho menos, obre la vida de una persona, cualesquiera que sean los objetivos que pretenda conseguir. Defender lo contrario sería burlarse de la dignidad del ser humano".

Afirma que "el secuestro es ya, en sí mismo, una tortura, al menos síquica, no sólo para el secuestrado cuya vida queda injustamente en manos de sus secuestradores, sino también para su familia y para los más allegados. El secuestro merece, por tanto, la condena y la reprobación que se ha asignado a la tortura, la cual nunca puede ser justificada.

Por otra parte, subraya que es "éticamente repugnante para cualquier conciencia humana reducir a un hombre a pura `moneda de cambio'. Para los secuestradores, Julio Iglesias no es ya una persona. Han fijado un precio a su vida y a su libertad".

A juicio de Pagola, para los captores del ingeniero "no interesa su dignidad personal, sino la cantidad económica que por él puedan obtener. Utilizar así a un ser humano como mercancía de cambio nos hace retroceder a estadios de actuación inhumana hace tempo superados por la civilización", puntualizó el sacerdote donostiarra.

(SERVIMEDIA)
18 Jul 1993
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