No obstante, las pernoctaciones cayeron levemente sobre el año pasado (un 0,99%) situándose en 22,2 millones. Este dato confirma lo avanzado por las patronales hoteleras, en cuanto a una pequeña reducción de la ocupación en los meses de verano respecto al año pasado.

Además, este descenso de las pernoctaciones vino provocado por la caída de las estancias hoteleras de los turistas extranjeros, que disminuyeron un 4,09% (13,2 mllones de pernoctaciones), mientras que los residentes españoles aumentaron un 3,92%.

El grado de ocupación se situó en el 79,77% y la estancia media fue de 5,04 días, mientras que en agosto de 1994 se situó en 5,30.