Como símbolo de su fortaleza Navarro Valls anunció que Carol Wojtila tomará tan sólo 8 días de vacaciones a partir del próximo 8 de julio, que pasará en su retiro estival de los Alpes italianos, aunque señaló que debido al ingente trabajo pendiente se ha visto obligado a reducir a la mitad sus vacaciones.

A pesar de los reiterados comentarios sobre la salud del Pontífice, el Papa no ha descansado más de 20 minutos después de las comidas celebradas durante su estancia en Sevilla, aunque su séquito más próximo previó que los descasos fueran de una hora.

En cuanto a la dieta, Juan Pablo II sólo se ha saltado su régimen para probar por segunda vez el gazpacho. La primera vez que lo probó fue, casualmente, durante un viaje a Africa.

Para desayunar, el Papa se ha mantenido fiel a su zumo de frutas, café con leche y dos tostadas. Navarro Valls subrayó que el Pontífice conserva intacto su ritmo de trabajo, pese a sus dolores de colon y sus avanzada edad, 73 años.

En su valoración de la visita a Sevilla, el portavoz vatican recordó el "tremendo cariño" del Santo Padre por la familia real española. Hoy mismo ha besado la frente de doña María de las Mercedes, madre del rey Juan Carlos, para darle así su bendición.

Navarro Valls destacó también la gran satisfacción que le produjo al Papa el "baile de los seises" en la adoración eucarística celebrada ayer en la catedral hispalense, del que dijo que se trata de una "verdadera oración".

El portavoz vaticano mantuvo hoy un encuentro en un hotel de Sevilla, fuera del centr prensa del viaje papal, con los periodistas que siguen la visita del Papa para informarles de las impresiones de Carol Wojtila durante su estancia en la capital hispalense.