Las mismas fuentes indicaron que la mayoría de los fugados tienen edades comprendidas entre 16 y 17 años, y destacaron que las chicas protagonizan el 67 por cien de las escapadas.

El 57 por cien de los jóvenes menores de edad que escapan de casa acaban regresando por iniciativa propia, en un plazo inferior a cuatro días, porcentaje que se eleva al 99 por cien del total una vez pasado este período.

El 17 por cien de los jóvenes que deciden abandonar su casa se trasladan a otra localidad difeente a la suya, especialmente en el mes de junio.

Se trata de jóvenes que no disponen de recursos económicos para poder dormir en una habitación de hotel, por lo que buscan refugio en estaciones de tren y metro e inician su camino en solitario para poder conocer a gente que, al estar en su misma situación, les ayude.

El aumento del número de fugas hizo que la policía incrementara este verano el dispositivo de seguridad, sobre todo en las estaciones de metro y trenes, para evitar que los menores fgados caigan en el mundo de la prostitución o la delincuencia.

Para prevenir esas situaciones, las autoridades dieron instrucciones a las patrullas de seguridad ciudadana para que los agentes estuvieran atentos, en especial en las centrales de transportes públicos, ante la llegada de menores que viajan solos.

La policía también recibió la orden de identificar a los grupos de jóvenes que transitan solos, especialmente los que van en pandilla, para localizar a posibles fugados.