Sin embargo, según un estudio de Daemon Quest, el creciente escalonamiento de las vacaciones a lo largo de estos meses y el importante incremento del turismo de interior hacen que el consumo en las grandes urbes se reduzca cada vez menos en relación al impulso que se detecta en otras zonas del país.

Los supermercados e hipermercados de Madrid, Barcelona o Sevilla registran en esta época un retroceso de entre el 25% y el 35% de su facturación, un descenso inferior al de años anteriores.

El estancamiento del turismo de "sol y playa" y el impulso del turismo de interior, que el estudio estima en un 10% más para este año con respecto a 2005, son una de las principales causas que explican este fenómeno.

Por otra parte, la primera quincena de agosto concentra buena parte de las ventas del verano, que constituye, detrás de las Navidades, el segundo momento de mayor incremento del consumo de todo el año.