La operadora ha invertido este año 40.000 millones de pesetas, sobre todo en construir una red propia, y asegura que su previsión es llegar a los 100.000 millones de pesetas en cinco años y los 250.000 millones en el plazo de una década.

En el primer aniversario de la puesta en marcha de Uni2, Galdón feliitó al Gobierno por la trascendencia de su política de liberalización de las telecomunicaciones en España, pero advirtió de que persisten defectos.

Entre ellos enumeró las "escaramuzas" de Telefónica para evitar compromisos que debería haber cumplido hace un año, como la libre portabilidad del número de teléfono y la libre preselección de operador por parte del abonado.

También citó la estructura de tarifas de interconexiones, que permiten situaciones "insostenibles", dijo, como que Telefónica puda cobrar por determinados servicios a sus abonados menos dinero del que exige a otros operadores por conectarse a su red para dar el mismo servicio.

Galdón apostó por que en el año 2000 se produzca un fuerte debate acerca de la necesidad de que Telefónica permita el libre acceso de sus competidores a la parte de red local que sigue siendo su monopolio, el denominado bucle de acceso local.

Según dijo, ya hay países en Europa que lo han hecho, y lo lógico es que reclamen medidas similares en otrospaíses para asegurarse la reciprocidad en cuanto a los niveles de apertura de sus mercados.

Sobre esta cuestión, que en el caso del sector eléctrico ha supuesto la amenaza del Gobierno español de retirar licencias a la francesa EDF si no se permite entrar a empresas españolas en el mercado galo, Galdón dijo que Uni2, con un 70% del capital en manos de France Telecon, está tranquila.

El presidente de la operadora dijo que no teme un veto español a su participación en el concurso del Gobierno para a cuarta licencia de telefonía móvil en España por dos motivos. De un lado, porque el pliego de bases del concurso no establece ninguna medida de este tipo, y por otra parte, que el consorcio de Uni2 para pujar por esa licencia tendrá clara mayoría de capital español, en torno al 60%.