Del total, sólo entre un 1% y un 2% corresponderán a adquisiciones por parte de población extranjera, lo que supone un potencial de compra máximo de 28.000 vehículos anuales, principalmente de gama medio-baja.

Las compras de vehículos usados por parte de inmigrantes registraron un descenso del 86% en el último año, hasta situarse en cerca de 30.000 unidades al cierre del pasado ejercicio.

La patronal explica que las compras por parte de residentes extranjeros en España "fueron perdiendo peso paulatinamente en el mercado de usados durante el último año a medida que la crisis económica fue agravándose y, con ella, avanzando las restricciones al crédito".

De esta forma, las ventas de vehículos de segunda mano cayeron desde comienzos del pasado año, al pasar de representar un 14% de las compras totales al inicio de 2008 (unas 200.000 unidades) a un 2% al cierre del último ejercicio (30.000 unidades).