El mes pasado se vendieron 10,5 millones de cajetillas cigarrillos, frente a los 29,2 millones de junio. La ciudad elevó en julio sus impuestos sobre el tabaco desde 8 centavos a 1,5 dólares por paquete.

Una cajetilla de cigarrillos cuesta ahora en Nueva York hasta 7,5 dólares (una cifra similar en euros, puesto que las monedas están casi a la par). La ciudad de Nueva York se queda con el 53,5% de los impuestos que recuda por el tabaco, y el resto va al estado.

El nuevo alcalde de Nueva York, Michael Bllomberg, tiene también un duro proyecto para prohibir fumar en los bares y en otras áreas de uso público. Bloomberg argumenta que el tabaquismo pasivo mata a 1.000 personas al año.

Al parecer, los fumadores de Nueva York están buscando formas más baratas de pagar su hábito, a través de Internet u obteniéndolo de las reservas indias libres de impuestos.