La portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, reprochó a la vicepresidenta que el miércoles pasado acudiera a un desayuno para decir que "no sabe ni cómo ni cuándo" se saldrá de la crisis, que es tanto como reconocer que "con su Gobierno la crisis no tiene solución".

"Fue su aportación al desconcierto" del Ejecutivo que "tiene la obligación de coordinar" y que mantiene las mismas políticas "ineficaces" y "las mismas polémicas de siempre".

Para ilustrar su afirmación, Sáenz de Santamaría recordó que "Chaves y Salgado se pelean por la financiación autonómica como si Montilla no hubiera dejado claro que el tema, o lo decide él o se va con 24 diputados detrás".

Para el PP, "esto es poco serio, como lo es el ministro de Trabajo peleando con el gobernador del Banco de España por el futuro de las pensiones" y por ello le preguntó a De la Vega si "este Gobierno, el viejo y el nuevo, es capaz de generar confianza entre los españoles".

Fernández de la Vega aseguró a la portavoz popular que "los españoles confían en nosotros porque estamos afrontando la crisis desde la responsabilidad" y para acabar con la situacióncon un modelo de crecimiento "con el que saldremos fortalecidos".

Los ciudadanos distinguen perfectamente entre quienes "trabajan" y quienes se dedican a "hacer presagios y realizar cábalas".

La portavoz del PP espetó a De la Vega que "la más derrotista" fue ella en su comparecencia de la pasada semana y le advirtió que si bien las crisis "ni quitan ni ponen gobiernos", los ciudadanos "cambian a los gobiernos que no saben ni cómo ni cuándo salir de la crisis".

La número dos del Gobierno reprochó a Sáenz de Santamaría que siga haciendo oposición "de lo que leen" sin haber escuchado sus palabras.

Acusó al PP de haberse convertido en "apóstoles del Apocalipsis", frente a un Gobierno que trabaja "con todos" para tratar de remontar la situación "menos con ustedes, que van por libre, hoy un plan, mañana otro plan distinto y contradictorio, y de arrimar el hombro nada de nada".

Es así como se pone de manifiesto que el mono de trabajo "no le sienta demasiado bien a la derecha de toda la vida", dijo la vicepresidenta, quien se mostró convencida de que hay salida a la crisis más fortalecidos y sin disminuir la protección social.

De la Vega dijo al PP que puede seguir haciendo de "nigromante", echando "de todo a su marmita de oposición electoralista", y pueden "seguir apoyando a los tesoreros y hechiceros de la prebendas" para seguir "jugando con la bola de cristal y echando las cartas que los ciudadanos se las van a poner boca arriba".