Fernández de la Vega comenzó así su discurso en la toma de posesión de los recién nombrados delegados del Gobierno en el País Vasco, Miguel Ángel Cabieces; Navarra, Elma Sainz; Ceuta, José Fernández Chacón y Melilla, Gregorio Francisco Escobar. Un acto al que también asistieron el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado.

Con Calvo Sotelo "se nos va el hombre, el político, el presidente, pero nos queda su memoria y nuestro recuerdo agradecido, a quien quiso y supo dedicar sus mejores esfuerzos" a la democracia española, señaló.

La vicepresidenta del Gobierno recordó que en 2008 la Constitución española cumple 30 años. Un texto que alabó como garante de "libertad, igualdad y justicia" y al que se refirió como un "éxito colectivo" de los ciudadanos españoles.

La Constitución ha logrado hacer "del pluralismo un valor, de la tolerancia una virtud y de la cooperación nuestra mejor herramienta", aseguró.

En este sentido destacó que el Gobierno, inspirado en el texto constitucional, promoverá unas instituciones cercanas a los ciudadanos, en "una España en la que todos, sin exclusiones y sin imposiciones, puedan verse reconocidos".

De la Vega, haciendo suyas las palabras de Calvo Sotelo, recomendó "humildad" a los cuatro nuevos delegados del Gobierno en País Vasco, Navarra, Ceuta y Melilla, que juraron hoy sus cargos."Una responsabilidad muy importante", ya que deberán ser capaces de acercar el Gobierno a la ciudadanía, explicó.