ELECCIONES

DE LA VEGA PIDIÓ A BLÁZQUEZ QUE LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO QUEDE FUERA "DE LOS INTERESES PARTIDARIOS"

MADRID
SERVIMEDIA

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pidió ayer personalmente al presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, que la lucha contra el terrorismo "quede fuera de los intereses partidarios".

La propia Fernández de la Vega explicó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros que habló con Blázquez tras la difusión de la pastoral en la que la Conferencia Episcopal hacía una serie de sugerencias sobre la orientación del voto en las próximas elecciones generales.

En marcó esa conversación basado en la "relación institucional normal" entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal, "se coge el teéfono y se habla", y le dijo, aseguró, lo mismo que acababa de exponer públicamente.

"Con total respeto a la libertad de expresión de los obispos", había dicho la vicepresidenta, "el Gobierno considera que el terrorismo debe quedar siempre fuera de los intereses partidarios. En la lucha contra el terrorismo no debe haber más voluntad que la de ponerle fin, sin caer en la tentación de instrumentalizarlo".

Además, en esa pastoral el Gobierno "echa de menos expresiones como generosidad, concordia, convivencia, que sin duda se ajustan mucho más al espíritu y la voluntad de la inmensa mayoría de sus fieles y de los ciudadanos españoles".

Fernández de la Vega no quiso hablar de influencias recíprocas entre el PP y la Conferencia Episcopal, pero "coincidencias hay, es evidente".

En todo caso, subrayó que la aconfesionalidad del Estado está consagrada en la Constitución y en virtud de ese precepto el Gobierno ha mantenido una actitud "de autonomía y respeto" respecto a la jerarquía eclesiástica "que, por supuesto, estamos dispuestos a seguir manteniendo".

Pero las bases de ese respeto son, en primer lugar, la asunción de que la Iglesia "atiende a sus fieles", y el Gobierno "a todos los ciudadanos", con independencia de sus creencias religiosas. Por tanto, "los ámbitos de actuación son completamente distintos".

En virtud de ello, son los ciudadanos quienes juzgan al Gobierno, y los fieles quienes deben valorar la actuación de la jerarquía eclesiástica, y "si es tarea de los obispos hacer valoraciones políticas o apoyar directa o indirectamente unas opciones políticas u otras".

Son los fieles quienes deben juzgar a la jerarquía eclesiástica y por ello la vicepresidenta no quiso valorar la influencia de las próximas elecciones internas de la Conferencia Episcopal en el contenido pastoral.

Se limitó a reiterar su más absoluto respeto a la autonomía de la Conferencia Episcopal, el mismo que reclama para su propia acción. "Tendremos relaciones con quienes los obispos consideren", aseguró.

(SERVIMEDIA)
01 Feb 2008
F