Ésa fue la única respuesta de la vicepresidenta al ser preguntada, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, por las insinuaciones de Alcaraz sobre las motivaciones electorales de las últimas detenciones de presuntos miembros de ETA.

Fernández de la Vega optó por no valorar las palabras de Alcaraz y expresar el respaldo del Gobierno a la labor de los jueces en la lucha contra el terrorismo, después de que la AVT impulsara la recusación de Baltasar Garzón.

Tampoco quiso responder a las declaraciones del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, sobre las supuestas intenciones del Gobierno de negociar con ETA cuestiones políticas "a la desesperada".

La vicepresidenta se limitó a insistir en que la posición del Gobierno en el proceso de diálogo con ETA y una vez roto ese proceso tras el atentado de Barajas ha sido "clara, transparente y responsable".