Fernández de la Vega pronunció una conferencia en una jornada sobre la Constitución Europea organizada por la Fundación Pablo Iglesias, que preside Alfonso Guerra.

"La Constitución y la Unión Europea son una vacuna frente a los viejos demonios europeos de la guerra y las pulsiones autodestructivas de la intolerancia, el nacionalismo exclusivo y la autoafirmación agresiva", dijo la vicepresidenta.

Ambas cosas, Constitución y UE, añadió, "son un tratamiento integral, de eficacia probada. Son un éxito de la creatividad política de la 'Vieja Europa' y del impulso de la razón kantiana".

La vicepresidenta alertó además a los escépticos de que la única alternativa a esta Constitución es "un parón" en el proceso de construcción europea, porque la esperanza de acordar un texto "que soñamos perfecto" es prácticamente "nula".

Los votos "de protesta" o las abstenciones "fiadas a que el progreso continuado está asegurado", advirtió la vicepresidenta, tienen, en este caso, "un precio muy alto".

Fernández de la Vega insistió en que la aprobación de esta Constitución es "un avance real", y que su contenido tiene vocación integradora, es participativa y democrática, "más eficaz en la garantía de los derechos y las libertades, más sensible en la protección de la igualdad entre hombres y mujeres y en su compromiso con la solidaridad y los derechos sociales".