Durante una respuesta parlamentaria al portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, durante la sesión de control al Gobierno, De la Vega destacó que, además del consenso, una reforma estatutaria como la catalana debe ceñirse al "rigor constitucional" y debe respetar el "interés general de los ciudadanos".

No obstante, también pidió "respeto" al Partido Popular para la propuesta de reforma estatutaria que ha salido del Parlamento de Cataluña con el apoyo de PSC, CiU, ERC y ICV.

De la Vega instó al principal partido de la oposición a sumarse al debate estatutario que va a comenzar en el Congreso de los Diputados en lugar de seguir instalado "en la confrontación, en el tremendismo y en la utilización de los sentimientos para meter miedo a la sociedad".

La vicepresidenta replicó a Zaplana que el Partido Popular "debería echar una mano y permitir que tengamos un debate sosegado sin caer en oportunismo y manipulación permanente" y "debería sumar y construir en lugar de destruir".

UN "DESAFIO AL ORDEN CONSTITUCIONAL"

Por su parte, Zaplana negó que el PP esté metiendo miedo a los ciudadanos y recordó que destacados miembros del Partido Socialista como el ministro de Defensa, José Bono, o el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, también están criticando con dureza el Estatuto aprobado en Cataluña.

Zaplana calificó la reforma autonómica como un "desafío al orden constitucional en toda regla" y una "clara mutación" de la Carta Magna que abre "una crisis constitucional en la que el PSOE está a punto de quebrar una trayectoria en la que España entró desde que se recuperó la democracia".

El portavoz popular rechazó que el fututo Estatuto catalán reconozca a dicha comunidad como una nación, puesto que la Constitución española es "inequívoca" en este aspecto en su artículo 2, en el que establece que no existe otra nación dentro del Estado más allá de la española.

Por todo ello, Zaplana se ofreció al Partido Socialista para consensuar las enmiendas a presentar en el Estatuto, pero advirtió de que su formación no se prestará a "correcciones engañosas" que busquen "anestesiar" a los ciudadanos y acallar la alarma social que ha generado.

Zaplana se mostró dispuesto a llegar a un acuerdo sobre el conjunto del Estatuto catalán, pero advirtió a la vicepresidenta del Gobierno de que no le pida su colaboración para maquillar "este despropósito".