Los vecinos del barrio han protestado ante el Ayuntamiento y han repartido octavillas por toda la localidad contra la presencia de familias gitanas en la zona, al considerar que provocaría un aumento de la delincuencia.

Mañana, martes, se reunirán con el alcalde lojeño los representantes de la Federación e Asociaciones Romaníes de Andalucía (FARA), que solicitarán al primer edil que no modifique el concurso de adjudicación de las viviendas, que beneficia a las cuatro familias gitanas.

Lo que distintos grupos políticos y sociales de Granada califican de "nuevo brote racista en Loja", tuvo su germen hace dos semanas, al conocerse la adjudicación de 39 viviendas en el barrio de San Antonio.

En la lista de adjudicatarios figuraban cuatro familias gitanas, lo que provocó una amplia campaña de protesta vecinales, invitando al resto de la población, por medio de octavillas distribuidas por las calles, a asistir a una asamblea popular y recoger las suficientes firmas como para obligar al Ayuntamiento a revocar la lista de adjudicación de viviendas.

La FARA ha denunciado que situaciones como ésta no son nuevas en Loja. El pasado mes de junio, esta federación nombró personas "non gratas" a los representantes políticos y sindicales de la localidad, al entender que habían incurrido en "actitudes racistas al haber nombrado a su vez con el mismo calificativo a una familia gitana y otra paya.

Los acusados de racismo las consideraban responsables del clima de enfrentamiento que se estaba viviendo en la ciudad con motivo de varios enfrentamientos que concluyeron con la muerte de dos personas.