Un vecino declaró a Servimedia que "estas cosas hay que consultarlas, porque nadie quiere que le pongan al lado de su casa a un montón de drogadictos. Desde luego, si los ponen no nos vamos a atraver a salir de nuestros hogares y mucho menos a dejar salir a los niños".

La mayoría de los habitantes del barrio consultados por esta agencia opinan que la instalación del centro para toxicómanos aumentará la inseguridad n la zona, donde es habitual el tráfico de drogas.

Cuando los vecinos observaron la llegada de obreros con ladrillos y cemento se mantuvieron en un principio a la expectativa, ya que nadie sabía qué era lo que iban a hacer. Sin embargo, al conocer el proyecto, afirmaron que no permitirán que se realice.

Aseguran que su postura es la misma que la de los habitantes de Zuera, que no quieren que les pongan la macrocárcel en su localidad. Una vecina comentó que ella está de acuerdo en que estas persons, enfermas, tienen que curarse, "pero fuera de la ciudad".

El Ayuntamiento cedió el solar del barrio de San Bernardo hace 22 años a los trabajadores municipales, que, a través de una cooperativa, construyeron las 36 viviendas. Los bajos de los bloques los mantuvo durante todo este tiempo el municipio sin darles ningún uso, por lo que se acordó habilitarlos como futuras dependencias del Patronato Municipal de Deportes y de la Fundación Municipal de Servicios Sociales.

El presidente de la Fundació, Joaquín Gracia, decidió ubicar también en ese espacio el Módulo de Drogodependencias, considerando que resultaría más positivo integrarlo con el resto de servicios sociales que ofrece el municipio.

Algunos vecinos dicen que en esta zona del casco viejo de Huesca, donde están el Museo Provincial, la Catedral y el Obispado, "no pega" que haya un centro de toxicómanos. Otros se refieren a los problemas de aparcamiento que podría suponer el que se ubicaran en el barrio todas estas instalaciones.

Peo no todas las opiniones son contrarias a la instalación del centro. El presidente de la Asociación de Vecinos y Amigos del Casco Antiguo, Enrique Alagón, valoró positivamente la iniciativa.

Según Alagón, uno de los objetivos de la asociación es que el barrio mejore en cuanto a calidad de vida, "y esto se consigue creando este tipo de centros, que contribuyen a la lucha contra la droga, que inunda este barrio".