Telefónica ha puesto en marcha una rigurosa investigación que esclarezca estos hechos, con la voluntad de identificar a los responsables de los sabotajes y ejercer las petinentes acciones legales contra ellos.

Según la compañía, desde el primer momento se han dedicado todos los recursos humanos y materiales disponibles para reparar y normalizar el servicio, que ha afectado a más de 150.000 líneas en Alicante, Elche, Elda y Villena; a más de 9.000 en la provincia de Murcia; a más de 7.500 en la provincia de Cuenca; a las instalaciones de Caja España en León y a 2.000 líneas en Villaviciosa de Odón (Madrid).