VARIOS MINISTROS SUSPENDEN LA TRADICONAL COPA DE NAVIDAD CON SUS EMPLEADOS POR MIEDO A UN "PLANTON"

MADRID
SERVIMEDIA

El conflicto que mantienen desde hace varios meses los empleados públicos con el Gobierno, como consecuencia del recorte salarial previsto para este colectivo en los presupuestos de 1993, también se ha dejado entrever en las tradicionales copas navideñas que los ministros ofrecen a sus trabajadores.

El miedo de los ministros a recibir un "plantón" de sus propios empleados, ante la recomendación de alguno sindicatos de que los trabajadores no acudiesen a este tipo de actos, ha hecho que algunos de ellos a última hora hayan decidido suspender estas reuniones de "hermandad".

Este es el caso del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, que hoy tenía previsto ofrecer una copa a los empleados de su departamento para celebrar la Navidad, como hace todos los años, pero que decidió suspenderla en el último momento por este motivo, según fuentes sindicales.

Algo similar ha ocurrido también en el inisterio de Asuntos Sociales y en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes.

En el primero, las tres secciones sindicales representadas- CCOO, UGT y CSIF- enviaron la pasada semana una carta al director general de Asuntos Sociales en la que solicitaban la suspensión del acto, para evitar derroches, por la "difícil situación económica que atraviesa el país".

En el Ministerio de Obras Públicas la copa navideña se dió el pasado viernes a la una de la tarde. Según fuentes del gabinete de prensa,el titular de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, no pudo acudir porque se encontraba en el Consejo de Ministros y en la rueda de prensa sobre la Ley de Arrendamientos Urbanos.

Las mismas fuentes manifestaron a Servimedia que algunos funcionarios asistieron a la reunión.

Varios sindicatos habían difundido un comunicado entre los trabajadores de los ministerios en el que recomendaban no acudir a estas celebraciones navideñas, al considerarlas "una provocación y una nueva muestra de prepotecia del Gobierno".

Los sindicatos consideran que "en la crisis que padecemos, que no hay dinero para reconocernos la cláusula de revisión salarial, sólo se nos sube un 1,8 por ciento el salario en 1993 a costa de un crédito extraordinario y se nos rebaja un 10 por ciento la productividad, entendemos que tampoco debe haber dinero para copas y otros derroches".

(SERVIMEDIA)
21 Dic 1992
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