El incidente ocurrió hacia las nueve y media de la noche, cuando un grupo de jóvenes radicales impidió el paso de un autobús de la Compañía Municipal del Tranvía. Tras romper las ventanas del vehículo, rociaron su interior con líquido inflamable y a continuación le prendieron fuego.

Poco después, dos patrullas de la Ertzaintza que transitaban por la zona consiguiern sofocar las llamas ayudados con extintores, y el autobús, que sufrió daños materiales de poca importancia, pudo continuar su ruta.

Según publica hoy el diario "Egin", un comunicante anónimo se atribuyó la autoría del ataque al autobús, en protesta por las últimas detenciones de miembros de ETA.