El primero de los afectados por el acoso de los manifestantes fue el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Simón Casas, que sufrió repetidos zarandeos cuando intentaba acceder al palacio de la Aljafería, sede del Parlamento autónomo.

Ante el acoso de los cientos de vecinos concentrados en las inmediaciones de la Cámara rgional, un diputado del PAR perdió los nervios y dio una bofetada a unos de los increpantes.

Sin embargo, el peor parado fue el tránsfuga Emilio Gomáriz (que posibilitó con su voto la llegada del PSOE al poder regional) que tuvo que ser escoltado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y llevado casi en volandas hasta las puertas del Parlamento autónomo para librarlo de los ataques de los vecinos de la Laguna de Gallocanta y Moncayo.

Los manifestantes concentrados en los alrededores de la cámaa legislativa consideran que las zonas contempladas en el proyecto de ley están ya suficientemente protegidas y que las grullas que habitan en la Laguna de Gallocanta están perjudicando todos sus cultivos.