La manifestación, convocada por la Liga Comunista Revolucionaria (LKI), organización a la que pertenecía el fallecido, partió a la una del mediodía de la plaza del Castillo, encabezada por una pancarta con el lema "Castigo a los culpables. Heriak ez du barkatuko (el pueblo no perdona)".

Un portavoz de la organización leyó un comunicado en el que recordaba los luctuosos sucesos de hace catorce años que terminaron con la muerte de Germán Rodríguez y la suspensión de las fiestas tras la carga policial en la plaza de toros que se saldó con varias decenas de heridos.

El comunicado concluía que "pueden seguir brotando bestias negras del seno de esta democrática sociedad, capaces de levantarse contra este pueblo, incluso en medio de sus mássentidas y queridas fiestas".

Los participantes en la marcha, entre gritos de "policía asesina" y "Germán, gogoan zaitugu (Germán te recordamos)", recorrieron diversas calles del centro de la ciudad y realizaron una ofrenda de flores ante el monolito situado en la calle Cortes de Navarra, en el mismo lugar en el que murió abatido el joven pamplonés.