Con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que se celebra hoy, las citadas organizaciones recuerdan que estos países asiáticos aplican la pena de muerte para estos delitos, cuando la tendencia mundial es restringir o abolir la pena de muerte.

Además, afirman que resulta imposible calcular cuántos casos relacionados con drogas acaban en penas de muerte, por la falta de información de muchos países asiáticos, pero aclaran que informes de Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia indican "una alta proporción de condenas a muerte impuestas a los condenados por delitos de drogas".

La Red contra la Pena de Muerte en Asia, HRW y la Asociación Internacional de Reducción de Daños expresaron su "preocupación particular" por China, Indonesia y Vietnam debido a las ejecuciones de personas por delitos de drogas.

Asimismo, recalcan que "a pesar de estas ejecuciones, no existen pruebas claras de una disminución en el tráfico de drogas que puede ser atribuido a la amenaza o el uso de la pena de muerte. No hay pruebas fidedignas de que la pena de muerte disuade los delitos graves, en general, con más eficacia que otros castigos".

Por ello, subrayan que el informe más reciente sobre la relación entre la pena de muerte y las tasas de homicidio, llevado a cabo por la ONU en 1988 y actualizado en 1996 y 2002, concluyó: "La investigación no ha aportado pruebas científicas que las ejecuciones tienen una mayor efecto disuasivo que la cadena perpetua. Las pruebas en su conjunto no dan un apoyo positivo a la hipótesis de disuasión".

En el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, estas organizaciones hacen un llamamiento a los gobiernos para que apliquen una moratoria sobre las ejecuciones con vistas a la abolición de la pena de muerte, conmuten todas las penas capitales y supriman las disposiciones de sus legislaciones nacionales que permitan castigar con la pena de muerte los delitos relacionados con las drogas.