Joaquim Forn declaró a Catalunya Radio que ni el editor ni la empresa recibieron amenazas, intentos de extorsión o lgún tipo de chantaje, y reiteró que la dirección del diario supo que existía la red de espionaje en el momento en que la policía entró en las dependencias de la empresa para registrarla por orden del juez instructor del caso.

"Nos vimos extraordinariamente sorprendidos cuando hubo la intervención policial. Fue la primera noticia de que podían haber estas cuestiones. No sabíamos ni sospechábamos nada", dijo. Según Forn, "si hubiéramos tenido la menor idea o sospecha de que pasaba eso, hubiéramos tomad las medidas oportunas".

Las investigaciones policiales sobre la red de espionaje comenzaron en 1991, después de que un operador de Telefónica descubriera que algunas cajas de conexiones estaban intervenidas de forma ilegal.

Según fuentes policiales, los detenidos tenían un control riguroso de las comunicaciones de diversos empresarios del sector periodístico, entre los que se encontraba Javier de Godó. La policía confiscó hoy cintas que contenían más de 100 horas de escuchas telefónicas realizads por la red de espionaje.

Los 8 detenidos, entre los que se encuentra un ex coronel del Cesid, Fernando Rodríguez Gonazález, que trabajaba como asesor de seguridad del rotativo, y otras personas también empleadas en el diario, prestaron durante todo el día de hoy declaración en las dependencias de la dirección general de Policía de Barcelona y podrían pasar mañana a disposición judicial. El magistrado encargado del caso decretó secreto de sumario.