El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), según informó hoy, se encargó del seguimiento integral del simulacro desde su Sala de Emergencias (Salem), prestando apoyo a los responsables de la central en sus actuaciones para la recuperación de las condiciones de seguridad.

El simulacro, iniciado a las 09.36 horas, se originó con la pérdida total del suministro eléctrico exterior y de las fuentes de corriente alterna de la central, motivando así la parada automática de la planta y la pérdida de refrigeración del reactor.

Durante el ejercicio se simularon dificultades en la transferencia de información entre la planta y la Sala de Emergencias del CSN. Además, la planta sufrió, como parte del simulacro, una pérdida de refrigeración del circuito primario, que ocasionó daños en el núcleo del reactor y una descarga de radiactividad en el edificio de contención que, en todo momento, estuvo sellado y aislado del exterior.

Durante el simulacro, el titular llegó a declarar la categoría IV (Emergencia General) de su Plan de Emergencias Interior y el CSN activó de forma inmediata su Organización de respuesta ante emergencias, llegando hasta el modo 3.

Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado con un nivel 5 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).