Se acompaña de síntomas como debilidad muscular, mialgias, dolores articulares, cefalea crónica, trastornos de atención y memoria, nódulos linfáticos además de otras alteraciones del sistema vegetativo, el ritmo cardiaco así como trastornos psicológicos.

Además, no se conoce la causa del síndrome, si bien se están encauzando algunos estudios de investigación rigurosos que plantean hipótesis y se centran en trastornos autoinmunes, en inadecuados mecanismos de adaptación al estrés o en fallos del metabolismo, entre otros.

Según informó hoy el jefe de servicio de Medicina Interna de este centro hospitalario, José Ramón Calabuig, este síndrome "afecta a dos ó tres personas por cada mil habitantes y es más frecuente en mujeres de entre 25 y 45 años".