El vicepresidente segundo y conseller valenciano de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, manifestó hoy, en la entrega de los presupuestos regionales a Les Corts, que "hemos elaborado unos presupuestos realistas, austeros y anticíclicos para hacer frente al entorno económico desfavorable".

Estas cuentas se enmarcan en el Programa Operativo 2007- 2013, en el reciente acuerdo suscrito con los agentes económicos y sociales vigente hasta 2013 (Pavace II) y en la no actualización del modelo de financiación autonómica, según destacó Camps.

El vicepresidente, en declaraciones difundidas por la Generalitat, destacó la inversión social que para 2009 alcanza los 11.483 millones de euros, reflejando un incremento del 3,8% sobre el presupuesto del pasado año, lo que los convierte en "las cuentas más sociales de la historia".

Así, el presupuesto de la Consejería de Bienestar Social se incrementa un 7,2%, la mayor subida de todas las consejerías, alcanzando un volumen global de recursos que asciende a 592 millones de euros, lo que supone 40 millones más que en el presente ejercicio.

Por lo que respecta a Sanidad, tras crecer un 3,8%, supera por primera vez los 5.600 millones de euros, alcanzando así los 5.659, representando el 40% del presupuesto. Para Educación, el presupuesto asciende a 4.218 millones de euros, cifra que supone un incremento del 3,6% con respecto al ejercicio anterior.

DIAGNÓSTICO ERRÓNEO

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en Les Corts, Ángel Luna, declaró en una nota que el presupuesto para 2009 es "insuficiente" para hacer frente a los principales problemas por los que atraviesa la Comunidad Valenciana.

"El Consell no tiene en cuenta que aquí está destruyéndose empleo con mayor virulencia que en el conjunto de España, no tienen en cuenta que la Comunidad valenciana se encuentra excepcionalmente endeudada en relación con la media del resto de comunidades autónomas. Es algo que los presupuestos tienen que contemplar", subrayó.

Luna afirmó también que el plan presupuestario parte de un "diagnóstico erróneo" y adolece de una "clara falta de ambición" en lo que se refiere los presupuestos para gastos sociales, para inversión y para recortar "lo superfluo".