A David López y Antonia Pérez no se les permitió bañarse en la piscina municipal ni vender objetos de artesanía a los turistas en plazas públicas de la localidad, que es paso del Camino de Santiago, porque según Corral "hay muchos ancianos y niños que se llevan todo a la boca".

Arturo Corral aseguró que su decisión se debe a la necesidad de preservar la salud del resto de los ciudadanos y de momento se niega a realizar nuevas declaraiones sobre el caso, que ha dado por zanjado.

Según informaron a Servimedia fuentes del Valedor do Pobo, la institución resolverá en las próximas semanas en contra del alcalde, actuando de oficio y a raíz de una queja planteada por el Comité Anti-Sida de Lugo, por entender que el edil de Sarriá vulneró derechos constitucionales de los dos jóvenes.

David López y Antonia Pérez tienen causas pendientes con la justicia por delitos cometidos por su adicción a las drogas, por lo que ahora están en tratmiento de desintoxicación.

Corral sigue viendo normal y lógico que se niegue la entrada en bares a estas personas, porque a su entender nadie quiere beber en un vaso usado antes por un portador del VIH.

El edil de Sarriá se reafirma en su postura asegurando que ni la Xunta ni nadie se ha dirigido a él para reclamarle otra forma de proceder.

El director del Plan Autonómico del Sida, impulsado desde el Ejecutivo autónomo, Antonio Taboada, admitió que no hubo escritos directos al alcalde y que u departamento atendió la petición de información cursada por el Valedor.

Taboada explicó además que no existe ningún riesgo por el hecho de que los seropositivos se bañen en la piscina municipal y dijo que la Xunta no se dirigió directamente al alcalde para exigirle o recomendarle un cambio de proceder.

Añadió que habría más riesgo de contagio con una persona que estuviera con gripe, al tiempo que estimó que el alcalde de Sarriá interpreta de manera incorrecta un reglamento autonómico donde se ecluye de las piscinas a personas con enfermedades infecto- contagiosas.