Después de la reunión, Valcárcel aseguró que el presidente no le concretó los detalles de la propuesta del Gobierno, más allá de las líneas generales y de una determinada filosofía. "Hay música", decía, "pero nos gustaría que además hubiera una letra".

La primera exigencia de Valcárcel es que el Gobierno central reconozca la deuda histórica con Murcia por el incremento en 300.000 habitantes censados que no están incluidos en el sistema vigente, al no regularse la actualización de la población.

Ese es desde un primer momento "el primero de los criterios" defendidos por Murcia al negociar el nuevo modelo, un reconocimiento que se traudiciría en 1.600 millones de euros con los que se podrían construir 266 institutos o 16 hospitales, o dar empleo a la mitad de los 80.000 parados de la región.

Por ello, se declaró "absolutamente decepcionado" ante la negativa del presidente del Gobierno, paralela al reconocimiento de la deuda histórica de otras comunidades.

Valcárcel denunció además que el presidente no le explicó cómo se generarán los recursos de las comunidades autónomas, cómo se distribuirán y qué volumen de recursos corresponderá a Murcia.

RECURSOS DE LA CHISTERA

Además, después de que el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, anunciara que el presidente está dispuesto a crear un nuevo fondo para las comunidades con crecimiento de población inferior a la media, Valcárcel denunció que Rodríguez Zapatero parece sacarse recursos "de la chistera" ante las necesidades de cada territorio.

No obstante, el presidente de Murcia ve también "algo positivo" en esta ronda de contactos, por ejemplo el hecho de que se haya roto "el carácter bilateral" de la negociación y la posibilidad de todos los presidentes autonómicos de expresar su posición.

Otro factor positivo es que se hable de la población como un elemento imprescindible para alcanzar un acuerdo, aunque queden por concretar los mecanismos por los que se financia su dispersión o su envejecimiento.

Valcárcel aprovechó su entrevista con Rodríguez Zapatero para reiterar su posición sobre la política de agua y defender los trasvases y las conexiones entre las diferentes cuencas, y aseguró que alberga "algo más de esperanza".

En su opinión, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha pasado de rechazar los trasvases en cualquier caso a reconocer que la desalinización es un mecanismo "complementario" que puede unirse a otros, como trasvases puntuales.