El Real Decreto 3454/2000, que establece y regula el Programa Integral Coordinado de Vigilancia y Control de las Encefalopatías Espongifores Transmisibles (EET), obliga a que todos los bóvidos, ovinos y caprinos destinados al matadero vayan acompañados de un certificado en el que el veterinario asignado a cada expotación ganadera manifieste que los animales destinados al sacrificio "no presentan síntomas clínicos" de ninguna enfermedad y que "se han respetado los plazos de espera prescritos para los tratamientos autorizados" (desde la administración de medicamentos hasta el momento de la matanza).

Asimismo, el veterinario debe certifica que "en la explotación no se ha producido ninguna incidencia, en los últimos 30 días, que haga pensar en la presencia de una presunta patología que pudiera hacer a los animales no aptos para su sacrificio con destino al consumo humano".

Según el presidente de los veterinarios, esta norma va a encontrar dificultades en su aplicación en aquellas explotaciones ganaderas "libres" o que no forman parte de Agrupaciones de Defensa Sanitaria. Las ADS son grandes granjas o pequeñas explotaciones unidas que reiben una subvención de la comunidad autónoma para que su veterinario, "con nombre y apellidos", realice todas las funciones que le corresponde: recetas, administración de tratamientos, control de piensos, certificados, etcétera.

En cambio, en las granjas "libres" el veterinario sólo acude cuando le llama el ganadero por la causa que sea, atiende al animal y pasa su factura. En estos casos, los veterinarios pueden no conocer suficientemente la explotación para certificar, por ejemplo, que allí no se haproducido ninguna incidencia en los últimos 30 días.

SE NIEGAN

"Entonces, estos se niegan, porque no conocen la explotación, a firmar estos documentos, incluso hasta cobrándolos. Esto es un problema que lo tiene que plantear el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Agricultura y que pueda hacer en todas las zonas con vacuno Agrupaciones de Defensa Sanitaria con una serie de características, darles una subvención y con ella pagar a uno, dos o tres veterinarios", apuntó Borregón.

"Creo que esaes la única salida viable que hay en este momento", afirmó el presidente de los veterinarios, que ya ha ofrecido "firmar un convenio con el Ministerio de Agricultura y preparar, en 10 días, veterinarios que están en paro para las ADS".

Según Borregón, las ADS "en Castilla-La Mancha funcionan de maravilla. Lo que pasa es que en las demás zonas no han querido imponer la receta, no han querido imponer nada y así está pasando lo que está pasando".

Para el experto, "sale más barato pagar la subvencióna las ADS que los miles de millones que se están gastando al albur". Borregón ha insistido desde hace años en que hay que extender las ADS a todo el vacuno e incluso al ovino y demás cabañas de ganado de abasto, porque la peste porcina africana se combatió incluyendo todas las granjas de cerdos en Agrupaciones de Defensa Sanitaria.