Las mismas fuentes señalaron que la empresa podría haber comprado la carne a una mafia de exportaciones belgas que tras comprar las artidas en el Reino Unido les ponía el sello de producto belga y supuestamente las destinaba a Guinea Ecuatorial.

Las investigaciones sobre exportaciones fraudulentas llevadas a cabo por el Comité Veterinario Permanente han detectado al menos 1.600 toneladas de carne, de las que 700 fueron decomisadas en Holanda y otras 900 fueron destinadas a terceros países.