La misma enfermedad ya había causado grandes pérdidas a los ganaderos lusitanos, a los que desde hace dos años no se permitió lidiar en España ningún toro. La primera corrida que trajeron tras el veto fue la de Palha, triunfadora el pasado octubre en la Feria del Pilar de Zaragoza.

Respecto a los problemas que esta enfermedad continúa causando en España, todas las reses sobrantes de la Feria de Castellón siguen guardando la cuarentena impuesta or las autoridades veterinarias de la ciudad levantina tras lidiarse otra corrida de Palha, también la de mejor juego entre las anunciadas en la pasada Feria de la Magdalena.

Por otro lado, algunos profesionales del toreo, especialmente los puntilleros, se están quejando de que los ácidos que les obligan a utilizar tras apuntillar a los toros para desinfectarlos del mal estropean las puntillas, al dañar gravemente los filos.