En Francia, como en el Rino Unido y en España, están prohibidas las harinas de origen animal para la alimentación del ganado bovino, pero a pesar de ello algunos ganaderos galos han importado este tipo de piensos de Bélgica y el Reino Unido, y las autoridades francesas calculan que han empleado al menos 1.200 toneladas de harinas fabricadas con despojos de animales.

"Este tipo de comportamientos pone de manifiesto la necesidad de la Agencia Europea de Control, pero con competencias sancionadoras. Lo que es absurdo es que se ongan normas en un país y luego se las puedan saltar tan fácilmente como importar de otro país tercero", señaló hoy a Servimedia el director de la OCU, José María Múgica.

Asimismo, la OCU alertó "de que en España una cosa es la prohibición y otra cosa es quién nos garantiza el cumplimiento, que no sabemos qué tipo de controles se hacen ni con qué resultados".

La competencia inspectora sobre las fábricas de piensos reside en las comunidades autónomas, que a su vez están amparadas por el Ministeriode Agricultura, Pesca y Alimentación, concretamente por la nueva Subdirección General de Alimentación Animal y Ganadería Intensiva, a cuyo frente está Carlos Cabanas.