Moser, en una entrevista publicada en "El Mundo", argumenta que la incubación de la enfermedad de las "vacas locas" "no es dectable ahora por ningún tipo de prueba".

"Nosotros no garantizamos que una vaca con resultado negativo en el test Prionics esté sana (...). Los tests disponibles actualmente para detecar la EEB sólo detectan el mal cuando ya se han declarado los síntomas de la enfermedad o en los últimos seis meses de incubación, por lo que una vaca que dé resultado negativo en las pruebas puede estar infectada", subraya.

El director de Prionics apoya las investigaciones para poder practicar las pruebas de la EEB en animales vivos, para descubrir así la enfermedad desde sus inicios. Sin embargo, añade que "una biopsia en animales vivos, además de costosa, es impracticable".

Según Moser, la evoución de la EBB en Europa es imprevisible, pero el hecho de que hayan sido detectado casos positivos en bovinos de menos de 30 meses "podría significar que la epidemia está en su fase ascendente, ya que todavía no ha hecho efecto la medida de prohibir las harinas animales".

Para comprobar el desarrollo de la enfermedad, Moser pronostica que "habrá que esperar entre cinco y diez años". "Si se confirma la hipótesis de que la enfermedad es transmitida por las harinas animales, quizás dentro de 15 años laenfermedad puede haber desaparecido en todos los animales", apostilla.

Los test Prionics se venden actualmente a España, Italia, Austria, Francia, Dinamarca, Alemania, Finlandia, Irlanda y Suiza. Según Moser, algunos países orientales de Europa se han mostrado interesados en el test porque tienen previsto iniciar análisis en su ganado vacuno.