En rueda de prensa, Moreno precisó que esta "no ha sido la única actuación, que además ha servido de modelo para el resto del país desde el año 1997, sino que todos los hospitales tienen esos procedimientos de actuación adaptados a ese modelo".

Añadió que el Instituto de Salud Carlos III está coordinando desde 1995 un seguimiento "estrechísimo" de este tipo de encefalopatías, en el que participan todas las omunidades autónomas, con un clínico y un epidemiólogo por cada una de ellas.

Insistió en que "ha habido un seguimiento de esta enfermedad durante este proceso, y ha habido una adaptación de los manuales a todo el INSALUD que, en muchos casos, se ha ido extrapolando al resto de comunidades autónomas".

Moreno añadió que hay centros de referencia, como puede ser el hospital de Alcorcón, para el diagnóstico "post mortem" de este tipo de enfermedad", así como los distintos hospitales en los que se relizan autopsias a los fallecidos por esta enfermedad.

En este sentido, matizó que la política de autopsias "es básicamente la de la apertura de la cavidad craneal, al menos que fuera una nueva variante y entonces se procedería a la autopsia completa, en las condiciones establecidas en esos protocolos". En su opinión, "lo que estamos haciendo ahora es institucionalizar lo que ya está ocurriendo".

Moreno confirmó que en España se produce aproximadamente un caso de esta enfermedad por cada millón dehabitantes, "lo que viene a suponer unos 40 casos anuales, todos ellos de la enfermedad de Kreutzfeltd-Jacob, clásica y no la variante bovina".