VACAS LOCAS. EL GOBIERNO FIJA ESTA SEMANA CON LAS FABRICAS DE HARINA Y CEMENTO EL SISTEMA DE DESTRUCCION DE DESECHOS
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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cerrará esta semana el modelo de eliminación de los residuos cárnicos y de los animales sacrificados por el riesgo de que puedan transmitir el mal de la "vacas locas". Para ello, firmará sendos acuerdos con los fabricantes de harinas y las cementeras, que se encargarán de recoger los despojos cárnicos y destruirlos.
Con el nuevo modelo, las fábricas de harinas animales seguirán encargándose de la recogida de animales muertos y residuos cárnicos de los mataderos, para convertirlos en harinas mediante un proceso de presión y calor, capaz de destruir el "prión" que puede transmitir la enfermedad.
Por si esto fuera poco, estas harinas, transportadasen contenedores estanco, pasarán a utilizarse como combustible de las fábricas cementeras, cuyos hornos trabajan a 2.000 grados centígrados, destruyendo todo tipo de priones y gérmenes.
Según confirmaron a Servimedia fuentes de la patronal de fabricantes de harinas animales, Anagrasa, y del propio Ministerio de Agricultura, esta semana se cerrará el acuerdo para que realicen esta labor durante los próximos seis meses.
El coste de las harinas será abonado por la Administración, a partes iguales enre la central y las autonómicas. En el acuerdo firmado en diciembre, el precio fijado fue de 35 pesetas por kilo de harina, más 3 pesetas en concepto de gastos de transporte.
CEMENTOS
Por su parte, fuentes de las patronal de fabricantes de cementos Oficemen confirmaron a esta agencia que también está "muy avanzado" y se cerrará esta semana un acuerdo para incorporar las harinas al proceso de producción de cementos, como se hace ya en países como Francia, Suiza y Bélgica.
Las harinas animales seutilizarán como nueva materia prima en el proceso de elaboración del cemento, ya que servirán de combustible y además, el calcio procedente de los huesos de las "vacas locas", se incorporará a los cementos.
Para esta labor, la única adaptación que precisan estas fábricas consiste en instalar un silo hermético en sus instalaciones, donde descarguen los camiones procedentes de las harineras. Luego, mediante una cinta transportadora, las harinas irían a parar al horno sin necesidad de ser manipuladas, evtando cualquier riesgo.
La patronal Oficemen agrupa a 36 cementeras distribuidas por toda España, si bien, con la incorporación de entre 22 y 25 al proceso de quema de las harinas cárnicas, sería suficiente para destruir los 450.000 kilos de este pienso producidos cada año en nuestro país.
Después de que el Gobierno central fije este modelo de destrucción de los residuos cárnicos que pueden transmitir el mal de las "vacas locas", serán las comunidades autónomas las que diseñen con Anagrasa y Oficmen los modelos de recogida y transporte de los materiales y la elección de las plantas que realizarán esta labor.
(SERVIMEDIA)
07 Ene 2001
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