Según informaron los ministerios de Sanidad y Agricultura en un comunicado conjunto, la autorización sanitaria, que deberá ser firmada por el veterinanio oficial o habilitado, desarrolla el anexo 11 del decreto de 22 de diciembre de 2000, por el que se establece y regula el Programa Integral coordinado de vigiancia y control de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales.

En el documento se hará constar que los animales no presentaban síntomas clínicos o signos aparentes de ninguna de las enfermedades infecto-contagiosas recogidas en el decreto de 1993, ni síntomas evidentes de alteración neurológica.

Asimismo, la orden conjunta de Sanidad y Agricultura incluirá además una declaración del responsable o titular de la explotación ganadera, en el que garantizará que, en caso de que losanimales hayan sido tratados con medicamentos autorizados, se hayan respetado los tiempos de espera prescritos.

Además, avalará que, en los últimos 30 días, no se ha producido en la explotación ninguna incidencia que haga pensar en la presencia de una enfermedad de declaración obligatoria.

Por último, el comunicado señala que el acuerdo alcanzado introduce mejoras técnicas en el decreto de 2000 para facilitar y agilizar su aplicación, con el fin de ampliar las garantías sanitarias de los animalesde consumo humano.