Cabanillas precisó que la investigación de oficio abierta por Agricultura sobre Pérez Bonilla ha demostrado que no existen incompatibilidades entre el desempeñodel cargo que ahora deja y el hecho de que su familia tenga una explotación de ganado porcino.

La dimisión de Pérez Bonilla se produce después de que los sectores ganaderos denunciaran su malestar porque el director general de Ganadería contaba con una importante explotación de porcino.

El ya ex director general aseguró que esta explotación, que gestiona su mujer, nunca cobró ayudas procedentes de Bruselas, no se benefició de ningún tipo de información privilegiada y además, fue declarada cuando ccedió al cargo que ahora deja.