VACAS LOCAS. COAG EXPRESA SU PREOCUPACION POR LA POSIBLE VUELTA AL MERCADO DE LAS HARINAS CARNICAS
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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha mostrado su sorpresa ante las deisiones adoptadas por el Consejo de Agricultura del pasado día 19, en el que se definieron "una serie de posturas desconcertantes para el sector vacuno español, y no se produjo una prohibición fulminante y permanente de las harinas de carne y huesos, que podrían volver a los mercados a partir del próximo mes de julio".
Según COAG, la Comisión antepone al interés de ganaderos, agricultores y consumidores europeos los "oscuros compromisos a doptados con los EE.UU. en el seno de la Organización Mundial dl Comercio (OMC)".
COAG asegura que los EE.UU. serán los grandes beneficiados de la Política Agraria Común (PAC) gracias a la actitud de los británicos y la pasividad del resto de los Estados miembros de la Unión.
La organización critica el hecho de que las harinas de origen vegetal, más saludables y seguras, no reciben el impulso necesario de Bruselas. De esta manera, afirma la coordinadora, "los norteamericanos serán los primeros beneficiados de la crisis y las decisiones de los ministros europos, porque la demanda de proteína va a ser satisfecha por soja y otros productos vegetales americanos, algunos de ellos denaturaleza transgénica, y, además, la carne de vacuno de los EE.UU. hormonada podrá entrar en unos meses en nuestro mercado, para satisfacer la demanda de los consumidores que no tienen confianza en la producción europea".
Según COAG, la negligencia británica va a cambiar un riesgo remoto y controlado, el derivado del "mal de las vacas locas", por otros totalmente desconocidos: tansgénicos y hormonas. La organización afirma que Gran Bretaña, "el país culpable, ha dimensionado y modernizado su cabaña bovina gracias a las generosas ayudas de la UE, mientras que los ganaderos continentales van a la ruina si no reciben un apoyo suficiente por parte de sus gobiernos a través de ayudas directas a los ganaderos y campañas que recuperen la confianza del consumidor".
La organización no oculta su temor por que "una vez culminada con éxito la estrategia en el sector bovino, los británics traten ahora de repetirla con el resto de sus cabañas por medio de la fiebre aftosa". En este sentido, y para evitar esto, COAG propone aplicar el principio comunitario de que "quien contamina lo paga", para que el Gobierno británico pague "por lo que se ha convertido en una catástrofe ecológica".
(SERVIMEDIA)
23 Mar 2001
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