En primer lugar, el Comité está de acuerdo con la creación de un Organismo de Seguridad de los Alimentos, proyecto contemplado en el Libro Blanco de Seguridad de los Alimentos elaborado por la Comisión. Por otro lado, desaconseja ciertas prácticas en la cadena de producción alimenicia, como algunos tipos de matanzas, por el riesgo de que el tejido cerebral de los animales se infecte.

También debería evitarse reciclar la sangre de los animales para convertirla en su alimento, en las situaciones donde pueda haber riesgo.

Los científicos recomiendan que se excluyan la gelatina y los productos con grasa animal que utilicen huesos y columnas vertebrales de ganado de países de alto riesgo como Gran Bretaña. Además, reiteran su posición de excluir de la cadena alimenticia los crneos y la médula espinal de ovejas y cabras mayores de un año.

Finalmente, el Comité considera que el paquete de medidas tomadas por las autoridades británicas es el adecuado, ya que la seguridad alimentaria en este país ha aumentado significativamente desde 1997.