VACAS LOCAS. LAS CEMENTERAS VASCAS EMPIEZAN A INCINERAR ESTA SEMANA HARINAS CARNICAS
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Las tres fábricas de cemento del País Vasco, la de Cementos Lemona en Lemoa y las dos plantas de Cementos Rezola en San Sebastián y Arrigorriaga (Vizcaya), comenzarán esta semana a incinerar en pruebas harinas cárnicas en sus hornos, según confirmaron a Servimedia portavoces de mbas empresas.
El Gobierno vasco solicitó hace aproximadamente un mes a las cementeras vascas su colaboración para hacer frente al problema suscitado por el denominado "mal de las vacas locas" y la eliminación de las harinas cárnicas que se fabrican en la región, que son del orden de 16.000 toneladas al año.
Un portavoz de Cementos Lemona explicó a esta agencia que quemarán durante tres o cuatro días una pequeña cantidad de harinas cárnicas en pruebas, para posteriormente elaborar un informe y anlisis con la Administración vasca y, dependiendo de los resultados, continuar incinerando las harinas.
Aseguró que Cementos Lemona tiene una posición tecnológica bastante elevada y ha hecho distintos programas piloto con la Unión Europea (UE) para incinerar neumáticos y otros residuos, por lo que tiene adaptado su horno e instalaciones para evitar la salida de gases de cualquier tipo.
Por ello, el portavoz de Cementos Lemona aseguró que, para quemar las harinas, las adaptaciones que hay que hacerserán mínimas, ya que lo que se intentará es que no haya almacenamiento de harinas en la fábrica, sino que las harinas vayan directamente al horno. Explicó que únicamente habrá que hacer alguna adaptación en los sistemas de carga, tolvas especialmente.
Por su parte, un portavoz de Cementos Rezola señaló que también empezarán esta semana las pruebas para quemar harinas cárnicas que les ha solicitado el Gobierno vasco. Explicó que se incinerarán unos kilos de harinas para ver qué efectos produce en el are, los residuos que genera y si afecta o no a la calidad del cemento.
El portavoz de Cementos Rezola señaló que las dos fábricas que tienen no están preparadas para eliminar estas harinas, ya que las condiciones técnicas necesarias para ello son distintas a las que se utilizan para otros residuos. Según sus cálculos, las nuevas instalaciones suponen unas inversiones medias de unos 200 millones de pesetas en cada una de las plantas.
Indicó que Cementos Rezola ha presentado al Gobierno vasco un pryecto sobre todo este asunto que está pendiente de aprobación, por lo que no quiso precisar la contraprestación económica que solicitan para amortizar estas inversiones.
El portavoz de esta cementera dijo que en el caso de que se apruebe el proyecto y los ayuntamientos den la licencia de obra para realizar la instalación, la adaptación de las fábricas para quemar harinas con normalidad durará aproximadamente entre cinco y seis meses.
Los portavoces de ambas cementeras urgieron a que la crisis de as "vacas locas" y la eliminación de las harinas se solucione cuanto antes, y aseguraron que incinerar estas harinas en las fábricas de cemento no entraña ningún daño para el medio ambiente ni para la salud de los trabajadores.
(SERVIMEDIA)
11 Ene 2001
NLV