Esta propuesta fue realizada hoy en rueda de prensa por el secretario confederal de Medio mbiente de CCOO, Joaquín Nieto, junto con la directora de Medio Ambiente del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO, Estefanía Blount, y el secretaria de Medio Ambiente y Salud Laboral de la Federación de Construcción y Madera de CCOO, Rubén Pinel.

Nieto afirmó que ni las cementeras son la mejor opción para quemar las harinas cárnicas y reses contaminadas, ni incinerarlas es la única opción posible. Para los responsables de CCOO, otras opciones posibles son destruir los priones (agent infeccioso causante de la encefalopatía espongiforme bovina) mediante la esterilización o procesos bioquímicos.

Aseguraron que quemar estos residuos en las cementeras crearía problemas medioambientales, ya que se liberarían al medio ambiente dioxinas y metales pesados. Además, provocaría problemas para la salud de los trabajadores de las cementeras, especialmente por la exposición a aerosoles y partículas generados en la manipulación de estas harinas.

Por todo ello, a juicio de Nieto, las harina pueden seguir almacenadas hasta que se estudie la opción para eliminar estos residuos que menos riesgos genere para la salud laboral y el medio ambiente. Para CCOO, es necesario un verdadero plan nacional para luchar contra el denominado "mal de las vacas locas" en el que participen también los agentes sociales.

Nieto destacó que, antes de firmar ningún acuerdo entre el Gobierno y las cementeras (está previsto hacerlo esta semana), es necesario darse un plazo de tres meses y crear una comisión de traajo que estudie la mejor solución. Nieto y Blount exigieron que, se elija la opción que se elija, previamente se realicen estudios de impacto ambiental como marca la ley.

También reclamaron que se lleve a cabo una evaluación de riesgos laborales a todos los trabajadores que han estado expuestos a posibles riesgos de contagio, como, por ejemplo, en los procesos de despiece de reses, y a los que trabajan en la producción, almacenamiento, manipulación y transporte de las harinas cárnicas.

"SACAR UN DINRO"

Los responsables de CCOO calificaron de "muy oportunista" el ofrecimiento de las cementeras para quemar las harinas cárnicas. "Las cementeras son fábricas de cemento, no incineradoras de residuos tóxicos", afirmó Nieto, quien aseguró que lo único que quieren estos empresarios es "sacar un dinero" por quemar estas harinas. Por ello, pidió que se actúe sin precipitación y con seriedad.

Por su parte, Rubén Pinel explicó que en España hay cerca de 40 fábricas de cemento, que emplean a unos 12.000trabajadores. Aseguró que muy pocas de estas fábricas están preparadas tecnológicamente para incinerar las harinas procedentes de desechos cárnicos.

A juicio de Pinel, si el Gobierno da la licencia a las cementeras para incinerar estas harinas, será el paso previo para quemar en estas instalaciones otro tipo de productos, como neumáticos y plásticos, por ejemplo, como dijo que pretenden estas empresas.