Los delegados de USO procederán de las comunidades autónomas de Cantabria, Euskadi, Galicia, Asturias, Murcia, Madrid y Castilla y León, en representación de empresas como empresas como Iberduero, Altos Hornos de Vicaya, Bazán, Astano, Ensidesa, Hunosa, Fesa-Enfersa, Talbot, Renfe, Iberia y Firestone, entre otras.

Una delegación de USO entregará un escrito al vicepresidente del INI, Miguel Cuenca, en el que piden la creación de un nuevo impuesto sobre los beneficios empresariales para financiar un plan de reindustrialización.

También exigen la declaración urgente de zonas en declive industrial y social para las comunidades autónomas más afectadas por la crisis, dando especial prioridad a las comunidades autnomas de la cornisa cantábrica, Murcia, León y el eje Sevilla-Huelva-Cádiz.

En opinión de USO, es necesario poner en marcha un programa de inversiones, coordinado con las comunidades autónomas, con atención prioritaria a las zonas en declive y a los sectores con mayor pérdida de empleos y de capacidad industrial.

Además, este sindicato exige la puesta en marcha de un plan de incentivos fiscales a las empresas privadas que realicen inversiones en zonas en declive y el desarrollo de un plan de formción y reciclaje profesional de los trabajadores.

Finalmente, USO defiende el sector público industrial y energético, "debidamente saneado y redimensionado", y pide soluciones negociadas a los excedentes laborales que puedan producirse en las empresas afectadas por procesos de reconversión. Este sindicato asegura que "no aceptará la destrucción de un sólo empleo sin un puesto de trabajo alternativo".