CEA explica que durante el pasado año, 451 personas perdieron la vida como consecuencia de atropellos enlas carreteras españolas y 199 de esos casos tuvieron lugar por la noche o en condiciones de baja visibilidad.

La Prévention Routiére Internationale (PRI), organización de la que CEA es miembro, ya inició en el año 2000 una campaña de concienciación en la que recomendaba la equipación obligatoria de al menos un chaleco de alta visibilidad en todos los vehículos europeos. Dicha recomendación se basaba en las preocupantes cifras de mortalidad registradas entre los peatones en carretera, de las que alreddor de un 40% se producen bajo circunstancias de visibilidad limitada.

Según el Comisariado Europeo del Automóvil, el riesgo de sufrir un accidente mortal como peatón es nueve veces superior al de un conductor.

En rueda de prensa, Rafael Fernández-Chillón, director general de CEA, explicó que la seguridad vial de los usuarios más vulnerables de las carreteras es una de las principales preocupaciones de los países desarrollados, ya que los accidentes de tráfico tienen como consecuencia no sólo péridas de vidas o daños corporales, sino también un importante coste económico.

Fernández-Chillón añadió que, al igual que es obligatorio llevar triángulos retroreflectantes para indicar dónde está estacionado el vehículo ante una avería, "con mayor motivo debería ser obligatorio llevar un chaleco retroreflectante para hacernos visibles a los demás conductores y proteger nuestra integridad física".

Por su parte, José Miguel Trigoso, presidente internacional de PRI, dijo que mediante el uso de un chleco retroreflectante se podrían evitar la mayor parte de los accidentes que se producen al apearse el conductor de su vehículo en carretera ante cualquier imprevisto, sobre todo a determinadas horas (amanecer, crepúsculo o por la noche), en condiciones climáticas adversas (niebla, lluvia, etcéter) o en lugares con poca visibilidad, como puede ser un túnel.

Finalmente, Aitor Canales, director de la asociación Stop Accidentes, afirmó que existe un grave riesgo para las personas que se ven obligadas porley a colocar o retirar los triángulos, ya que no se prevén ni exigen legalmente medios de protección.

Canales subrayó que, teniendo en cuenta que el precio de los chalecos es mínimo con respecto al valor de la integridad física que se protege, "es necesario que se complete la obligación legal de disponer en el vehículo de dos triángulos de preseñalización con la exigencia de llevar, asimismo, dos chalecos de alta visibilidad".