EL USO DE ARMAS QUIMICAS CONVERTIRIA A ALGUNAS ZONAS EN "INACCESIBLES" DURANTE AÑOS, SEGUN GREENPEACE

MADRID
SERVIMEDIA

El uso de agentes químicos persistentes en una guerra convertiría a algunas zonas en inaccesibles durante varios años, según un informe que la organización ecologista Greenpeace difundió hoy en adrid.

Los ecologistas definen este tipo de armamento como "toxinas de gran potencia, diseñadas para matar e incapacitar" y que, en algunos casos, "juegan también un papel de 'exclusión territorial' durante un periodo posterior al ataque, debido a su persistencia en el terreno y el agua".

Asimismo, indican que, además de producir la muerte de civiles y militares, la utilización de armas químicas conllevaría una serie de efectos sobre el medio ambiente, como la contaminación del agua, tierras de cltivo y edificios, la muerte de animales domésticos y la degeneración de la fauna y flora silvestre.

El informe mantiene que los efectos exactos dependen del tipo de agente y la cantidad utilizada, las condiciones climatológicas y la densidad de población.

Greenpeace cree que el armamento químico que posee Irak incluye gases nerviosos, vesicantes y asfixiantes. Todos ellos pueden ser emplazados en misiles y piezas de artilleria convencional. La destrucción de una planta de fabricación también podía provocar la liberación de esos agentes.

AGENTES NERVIOSOS

En el mismo estudio, los especialistas de Greenpeace explican que los gases nerviosos entran en el cuerpo a través de la piel o por inhalación. Atrofian la actividad del sistema nervioso causando parálisis y, finalmente, la muerte por supresión del sistema respiratorio.

Los síntomas a la exposición, en una escala creciente, incluyen el incremento de la secreción pulmonar, sudoración, vómitos, diarrea, ritmo cardiaco irregular, convulsones y coma. La muerte es resultado de fallos respiratorios. Pueden ser lanzados en las cabezas de los misiles o fumigados desde los tanques.

Los agentes vesicantes son venenos celulares que destruyen las células en determinados tejidos. Se dividen en dos grandes grupos: los gases mostaza y otros vesicantes.

GAS MOSTAZA

Las células expuestas a gases mostaza, que pueden ser lanzados en una gran variedad de proyectiles de artillería, son destruidas por la reacción del compuesto químico con proteías celulares. No obstante, el informe explica que son menos tóxicos que los gases nerviosos.

La exposición a este tipo de gases produce los primeros síntomas tras un periodo de latencia de algunas horas. Producen inflamación de ojos, irritación de piel, ampollas e irritación del tracto respiratorio.

La recuperación puede durar semanas y es preciso someterse a tratamientos especiales para prevenir infecciones de los tejidos irritados.

Además, pueden causar problemas años después de la exposicón, provocando pérdidas permanentes de visión, bronquitis crónica y cánceres en el tracto respiratorio y la piel.

Otros agentes vesicantes, como el Lawisite, afectan a los sistemas enzimáticos celulares causando un intenso dolor en contacto con la piel y los ojos. También puede causar cáncer de piel.

Los gases asfixiantes, como el cianuro de hidrógeno, interrumpen la cadena respiratoria celular. Los más conocidos son el cloro y el fosgeno.

El cloro, que ataca a los pulmones produciendo una cpiosa secreción de fluido y el espesamiento de la sangre, fue utilizado en la Primera Guerra Mundial. En un ataque, el 22 de abril de 1915, se emitieron 168 toneladas de cloro en un frente de 7 kilómetros que provocaron la muerte de un 20 por ciento de los 27.000 soldados afectados.

PREVENCION

El informe ecologista advierte, igualmente, que para prevenir los efectos de las armas químicas hay que evitar la inhalación y el contacto con la piel.

Asimismo, califica de "cuestionable" la eficacia de os antídotos a los gases nerviosos y especifica que los más comunes son la antropina y la pralidoxina, aunque añade que los dos "pueden tener efectos fatales y es dudoso que protejan a altas concentraciones".

Para tratar la acción destructora de los gases mostaza no existen, según Greenpeace, antídotos especiales, ya que una vez que comienza la interacción química/biológica, el proceso es irreversible.

Los responsables de la organización aseguraron que los soldados de la fuerza multinacional cuenan con antídotos contra agentes nerviosos y algunos han sido vacunados contra el Antrax y pertrechados con monos de protección contra la guerra nuclear, química y biológica.

El documento asegura que "pequeñas cantidades de un agente químico son suficientes para causar la muerte a gran escalaen las poblaciones desprotegidas".

"Al nivel de mortandad del 50 por ciento", agrega, "es probable que el 100 por 100 de la población expuesta al agente químico se encuentre afectada por éste de manera sub-auda. Las distancias a las cuales no tiene ningún efecto superan siete veces aquellas a las cuales no se producen muertes".

CONTAMINACION DEL AGUA

El medio acuático también sufriría las consecuencias de la utilización de esta clase de armamento. La contaminación del agua potable también es posible.

Los insectos acuáticos serían más vulnerables que los peces a los efectos de los agentes nerviosos. Por su parte, el gas mostaza reacciona rápidamente con el agua si está disuelto, si bien tiende a acmularse y formar una capa en la superficie.

Los recursos acuáticos de los ríos de dimensión mediana podrían verse "seriamente" afectados en toda su extensión con el vertido de unos 5 kilos de agente.

CULTIVOS

Respecto a los cultivos, las zonas contaminadas quedarían inutilizadas durante un año o más, dependiendo del agente utilizado.

Los gases mostaza pueden permanecer activos en el medio ambiente durante varios años, penetrando en la tierra y los cultivos, por ello los estrategas militare recomiendan su uso como material de "exclusión territorial".

Los animales tampoco eludirían los efectos de estas armas. El ganado ovino es uno de los más vulnerables a ellas y las ratas y los conejos los menos.

Aunque no lo confirman, los ecologistan creen que el consumo de productos lácteos y carne vacuna de animales expuestos a agentes nerviosos, que no hayan muerto, es seguro.

Finalmente, hacen referencia a los edificios contaminados con gases mostaza persistentes o agentes VX, de los qu dicen que "probablemente tengan que permanecer cerrados o su acceso restringido indefinidamente".

La fabricación de estas armas resulta fácil y barata; de ahí que haya sido calificada como "el arma nuclar del pobre". Según Greenpeace, algunas factorias pueden ser reconvertidas para su producción en solo 12 horas.

(SERVIMEDIA)
22 Ene 1991